sexta-feira, 18 de setembro de 2009

El Fabricante de Recuerdos


Por Ives Berger

Una vez en Ámsterdam conocí un nicaragüense un tanto peculiar.

Lo encontré cuando paseaba por la ciudad, mientras me involucraba en esa acuarela de razas y colores que es Ámsterdam.

Eran las 6 de la tarde, él estaba en su taller de zapatero, bebiendo una taza de café bien negro.

El taller se llamaba "Zapatos" (en español), fue el nombre que me hizo entrar y conocerlo.

Después de presentarme, conversar un poco y de un par de vasos de Flor de Caña (Ron típico de Nicaragua), le pregunté:

- ¿Siempre supiste que tu profesión sería zapatero?

- Él me miró y sin borrar su simpática sonrisa, me dijo: Mi oficio es Zapatero pero esa no es mi profesión; Mi profesión es la de fabricante...

-Lo miré curioso y le pregunté: ¿Fabricante de zapatos?

-Dio un trago profundo a su vaso y me respondió:

Tengo 2 hijos y una mujer, a los cuales amo, ellos son mi familia.

Desde que empecé a crear a mi familia y ver a mis hijos crecer, me dije que tenía que encontrar una profesión de la cual mi familia se sintiera orgullosa y fue ahí que se me iluminó la mente.

-Nostálgico, hizo una pequeña pausa y prosiguió-

Decidí ese día que sería fabricante de recuerdos, pero no de cualquier recuerdo; Sino de Buenos Recuerdos, que es donde se esconde La Felicidad.

Es así que desde aquel día, me dedico a crear buenos recuerdos para que cuando me vaya al otro lado, mi familia sea Feliz... A pesar de mi ausencia.

Desde ese día, al igual que el nicaragüense.

Yo también encontré mi profesión!!

Un fuerte abrazo desde Brasil.

Ives Berger

sábado, 12 de setembro de 2009

El Maravilloso inconsciente.


De niño, mi abuela cuando me veía haciendo travesuras, decía:

¡Miren que niño más inconsciente!

La psicología explica esto de la consciencia y el inconsciente, de forma un poco compleja, aquí, permítanme darles mi interpretación:

La consciencia es para mí, la parte más aburrida del cerebro, es la voz de "mi abuela", llena de reglas, del que dirán, de una vida preestablecida...

Y el inconsciente es más liviano, es en resumén, el que le da alas a tus deseos, a tus sueños.

Es la esencia de la vida, porque es:

Intentar, Perderse, Caerse, Levantarse.
Sin remordimientos.

Es también:

Reírse sin un porqué;
Amar por amar, sin cuentas ni previsiones;
Besar a quien amas, sin motivo;
Abrazar fuerte como un oso, por el puro placer de hacerlo.

El Maravilloso inconsciente para mí, no es más que:

Dejarse llevar de la mano, por lo que tu corazón siente.

Sin preguntas, ni reproches...

Un fuerte abrazo inconsciente desde mi inconsciente felicidad Brasileña.

Ives Berger.