
Despierta, no te duermas en tus sueños, no le pongas pesos a tus parpados, deja que la luz atraviese tus ojos, no te prives de tal milagro.
Despierta, abre tus ojos como dos grandes lunas y llénate de los cuartos menguantes y medias lunas de la vida, descubre con los ojos bien abiertos que la vida Sí es posible.
Despierta, abre tu corazón, así como la vida se te abre cada segundo que estás despierto, el mundo está esperando que los esculpas a tu manera, esa tan especial que te dejará anclada una sonrisa en tu rostro y que como el bostezo, esta también es contagiosa.
Despierta, abre tus ojos como dos grandes lunas y llénate de los cuartos menguantes y medias lunas de la vida, descubre con los ojos bien abiertos que la vida Sí es posible.
Despierta, abre tu corazón, así como la vida se te abre cada segundo que estás despierto, el mundo está esperando que los esculpas a tu manera, esa tan especial que te dejará anclada una sonrisa en tu rostro y que como el bostezo, esta también es contagiosa.
Despierta y como el sol, llénate de energía, de calor, de amor, dormir es rico, pero, estar despierto es mejor, porque me veo y te veo, porque la lluvia me conversa, y el viento me trae todos esos mensajes de los míos, que si bien están lejos, muy lejos, cada pequeña brisa que roza mi piel es una parte del amor de ellos.
Despierta, porque cuando estás despierto, el mundo y sus millones de posibilidades también lo están, ahí mismo, al lado tuyo, esperando que lo invites a bailar, a cantar, a caminar...
Recuerda siempre esto:
Cada vez que te despiertas, Dios lo hace contigo!
Un abrazo desde Brasil.
Ives Berger