
Por Ives Berger
La depresión no existe, existe la vida.
Eso que llaman depresión, no es más que el mal ajuste de nuestro microscopio, que agiganta lo pequeño, haciendo invisible lo más grande, lo más importante, la vida.
El sol, el aire, tu sonrisa, tu amigo, los nuevos caminos, cosas que por causa de este “microscopio”, no vemos más.
Hay millones de personas, una, no te va empañar el día, mira bien a tu alrededor, Dios nos reserva siempre alguien.
Nuestra vida está hecha de escenas como en el teatro, no dejes que una te postre en una cama, Si te levantas, con seguridad la cortina se te abrirá nuevamente y sentirás los aplausos.
No pierdas tiempo lamentándote, ni sufriendo, porque el tiempo fue hecho para que ser Feliz, Jesus ya sufrió por nosotros, no pierdas tiempo valioso.
Si equivocadamente crees que tu edad es avanzada, aquí un par de ejemplos: Borges, Saramago, Madre Teresa, Oscar Niemeyer, Picasso, entre otros.
La edad está en el alma, en el corazón, no en las arrugas.
Si una enfermedad te ataca con furia, atácala a ella con la furia de la fe, la fe tiene una fuerza sorprendente, inclusive para los médicos.
Si crees que los días son oscuros, entonces sal, el sol está allá afuera esperándote.
Si sientes que te falta aire, abre tu ventana y llénate los pulmones de ese milagro.
Si crees que la vida es gris, entonces píntala a tu manera.
Las personas a pesar de ver tantos ejemplos, todavía no son conscientes de las fuerzas que tienen.
Con cada día que vemos nacer, nace una nueva chance de comenzar.
No somos eternos, un día nos iremos al otro lado, Yo, donde mi Abuelo Julio, mi Padre Alberto y muchos otros que me esperan.
Y si no somos eternos, y si el tiempo es corto, porque perdemos tiempo dándole importancia a este “microscopio” cuando tenemos un cielo amplio, un mar majestuoso, en nuestra frente.
Haz el bien, ayuda, está más que comprobado que el bien retorna.
Ama, el amor es lo único que es eterno, es lo único que dejaremos.
La depresión no existe, existe la vida.
Y ella está en este momento sentada a tu lado esperando dos cosas:
Una que lances con todas tus fuerzas ese “microscopio” lo más lejos posible, hasta que desaparezca de tu vista.
Y la otra, que vivas cada minuto con la convicción de saber que estás haciendo lo que realmente te gusta.
La felicidad está más cerca de lo que te imaginas.
Un fuerte abrazo desde Brasil
Ives Berger