Cuando el fin se aproxima, el dolor es inevitable, como lo es la incertidumbre de los dias, de tus ganas.
No hay día, ni tiempo, ni colores, ni canciones, tan solo el eco de su voz es lo unico que te acompaña.
Pero (gracias a Dios que siempre está este "Pero" para salvarnos) el tiempo pasa, como todo pasa y llega el otro fin, el de tu tristeza, cuando las lagrimas ya no pesan más y tus ganas se te amistan.
Y descubres que sigues fuerte y sobre todo, comprendes que:
El día no nace ni muere, simplemente se reinventa.
Un fuerte abrazo desde Brasil
Ives Berger.
Mi estimado cone, tintin, o más conocido como el judio de la vila. Pues lo fantástica de esta vida es como lo acabas de decir, que ella se reinventa, si no fuese eso, ¿Qué seria de nuestros soñadores corazones?
ResponderExcluirGracias Fe, por el comentario y saber que el mensaje fue entendido.
ResponderExcluirlos dias se reinventa como uno mismo, reinventarse pero con la misma escencia y de paso divertise con los cambios, y claruu, aunque la vida pese y te joda siempre uno con una gran sonrisa para el camino con la certeza q cosas buenas nos esperan.
ResponderExcluirp.d..love ya!!!...tu bro..ivan berger
El sol nace y luego muere, y vuelve a nacer. Así, recusita todos los días, como todas las divinidades.
ResponderExcluirPero qué era antes, las divinidades inventadas por los humanos, o el sol?
Dios es el Sol, el Sol es Dios,...
o como última instancia, el sol es el mensajero de Dios.