En Praga, a una cuadra de mi casa vivía un viejo relojero judío.
Él me decía que en dos minutos, yo podía cambiarle el día a una persona.
Me sirvió un té y me dijo lo siguiente:
Con las herramientas que la tecnología hoy nos da, dos minutos son suficientes para comunicarse con esa persona y decirle:
Te Amo, Gracias, o, Qué importante eres para mí...
Esta persona sentirá todo a su alrededor diferente;
Se sentirá especial.
Y esto, créeme, hace la diferencia...
Un fuerte abrazo desde Brasil.
Ives Berger
Ives,
ResponderExcluirCom seu humor e gentileza,dois minutos são suficientes para mudar o dia ou a noite de qualquer pessoa...Você sabe fazer a diferença nesse mundo cheio de pessoas iguaizinhas.
Alguns instantes e teria perdido a oportunidade de saber que uma pessoa como você existe.
Grande abraço,
Suzie Salgado.
El tiempo es algo increible cholo. Y como lo dices que una palabra, con un simple telenofanozo, le podemos cambiar la vida a un conocido.
ResponderExcluirTas mejorando, sigue así cholo!